miércoles, mayo 23, 2007

Miguel Juan Culaciati - Rosario - Santa Fe -Argentina











POEMAS








Nirvana



con la primera luz del día
el sol de dios ha estaqueado el tiempo

pueden amarse las horas al fin
cuando los destinos huelgan

y las melodías crecen
como praderas ojos dentro -



Tersura del sueño


todo desliza en la lisura
de la irrestricta calma que supimos conseguir

resbala
en la distención
de gestos
y manos

la ansiedad
es un animal pastando en los campos del sueño

andan los días
en su busca -



Soleados

I

la protección ambarina del Sol
abre sus alas

sube
por los murmullos de la siesta

bendice
la delgadez del aire _



II

sobre el disco amarillo del Sol
picotea un pájaro
desentendido
de la prepotencia de los hombres
desentendido
del tiempo
y de sí mismo _


Arcano


para encontrar
alguna forma
cabida
algún techo
cobijo y Dios

inventamos las palabras
nos miramos con asombro las huellas

buscando el orígen
de los pasos
el código
la pista

en la conciencia del
arcano
parentesco _



De Contracorriente (2000)
Contracorriente


en ojos líquidos

la pulsión

en los poros

un sentir desvestido y expuesto

contracorriente

nada nuestra entrega

para que el mismo territorio

que amanece miedo

nos aloje cuando anochezca -



La poesía I


donde y cuando el sistema

auspicia

todo tipo de desencuentros

todo tipo de desvaríos

desamores

y desvínculos

aparece la poesía

uniendo

lo destejido --


Estero

esta mañana

el aire amaneció

preñado de augurios


hay un pasillo de quietud

donde flotamos

sin referencia

ni soporte


el derramar violáceo de las aguas

dicta ahora

el itinerario

de las sombras --








Macarena

sólo de tu boca

la anunciación

de esa palabra

el exacto sonido

que espeja



la lejanía de Dios

Tierra Prometida (2003)

Alicia Grinbank - Buenos Aires - Argentina






POEMAS








A veces hablo sola.
Mis palabras –babas del pensar-
suenan en el cuarto.
Pobres hilos de medusa
sin mar y sin veneno.



Parfois je parle toute soule.
Mes mots –baves de la pensée-
resonnent dans la chambre.
De pauvres filements de meduse
sans mer et sans venin.



TUCUMÁN

Hay un hombre en harapos
hollando el basural:
tal vez sea una oscuridad celeste sin retorno.

Y hay un muchacho de domingo
que come con vergüenza
en la fonda cercana del ingenio.
Su hijita rosa bebe de la madre
y él mira no mira
sumidos sus ojos remoja el pan
-la boca abultada-.
Hará otra hijita rosa
en la feroz ansia de la noche
y olerá siempre el mismo guiso.


Nunca leyó ni leerá un libro
Nunca vio el mar.





Ha criado un cuervo
en cada hombre que amó.
Les dio su propio límite
años que dejó pasar con total inocencia.
Se mudó a sus tierras
les juró eternidad.
Dejó abandonada su casa.



Hoy los días terminan a las 8 y media.
Calienta el pollo
se sirve el vino
y come la ración del silencio.
No hay nadie allí
a lo sumo un perro ladra lejos
y el verano acecha desde una enredadera.
Vienen los recuerdos solamente
aletean en círculo
negros saciados.




El calor de esta edad
no es arrebol ni tibio gato
no es el refugio de tus brazos
allá en la madera eterna
n i plumón de niño
ni leche que mana.
El calor de esta edad
- inefable número del tiempo –
asalta en la nuca y el escote
carcome tersura
engorda su fuego en mi caldero
y ciñe.

Feroz boa de invierno.




Para el primo Esteban


Se lo llevó el celeste envión
de sus ojos peligrosos.
En una curva del lago
fundió el horror de majestuosa calma.

Sembrados
quedamos
de astillas para siempre.




MADRE

A veces te nombramos:
alguno te soñó
otro creyó verte en la calle.
Eres jun co en el recuerdo.
Amarilla línea inútil.

Que no vas a volver es tan cierto.
Y nombrarte no te trae.

Marta Braier - Tucumán - Argentina








POEMAS




Puertas Adentro

Ella revuelve el caldo en la cocina
con la mirada perdida en los trece años:
el abuelo sacaba la perezosa
y qué bien calentaba el solcito
en la vereda

Pero hoy Diana no ha salido a cazar,
la incomparable
Todo es penumbra, ¿oís?
y junto al fuego, adentro, resistimos

Sueña y reclama la piel
entre chispas de discordia
Hoy Diana no ha salido a cazar

Demora el caldo en la cocina:
es que nada se cuece en este invierno.


Nocturno Hindú

"...¿oyes?.
Alguien llora por la maldad del mundo
Antonio Tabuchi


Alguien llora
mientras escribo este poema
No es el rumor del agua
ni el viento entre las hojas

una rama en el río a la deriva

y el poema pregunta y pregunta
la dulce lámpara encendida
pero sé de la luz que se apaga

Alguien llora
y nada deja de suceder

una rama en el río a la deriva


( De "Ésta es la tierra, corazón" Último Reino, 2005)

Pablo Dumit - Buenos Aires - Argentina


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POEMAS
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..
era

todo era de un color neutral
/la noche /el agua /el beso
todo era de un sonido lento
/el jueves /el despertar /las manos
todo o casi todo era de un rubor ajeno
las compañías / los viajes /el soplo con que una mujer
dice /soy /viajo /nombro
/todo obedecía a ritos de olvidados
/a conjeturas de ciegos /a gestas casuales con equivocados y dispuestos
/oscurecía en mi nombre
como en una ciudad sitiada por los pájaros
estaba solo en medio de una tarde
gustando de ver lloviznar
como llorito de un animal de la niebla...
/todo era /el sueño de un penitente
el pasado de un verdor /el misterio de unos ojos...
/en uno de esos cuadros se ve partir hacia la nada
mi última pregunta
/están tus mejillas allí... con luna de candela
y señal /otra señal
de que los tiempos son para sí /puertos de luz/
/tu presencia no detiene el paso de las horas
pero cambia mi mundo
como un beso /la velocidad de la sangre
como una mano /el latido de la otra...
como un dulce miedo de quererte /cambia
el azul de la palabra ayer
por el rojo de la palabra todavía...

milonguita

ahora que soy
la casa en la que vive tu corazón
y el mío es
un horizonte con fondo de ternura
ahora que se abre el día para que la memoria
eche al sol sus comezones
/sus pudores
ahora que todo está en orden y desorden
bajo este mundo claro
donde habita tu dolor
que todo se mueve en forma pendular
sobre la historia
en que vivimos
/el cuento en que somos
un par de vagabundos
mirando correr la luz
detrás del sueño /…y el sueño
ahora
quiero bailar con la niña de ojos de tango y piernas de ilusión.
es lo único que falta en esta milonga de vivir/


Barco

mi barco soñó con locura
un puerto
donde tus manos hicieran /alumbraciones
ruido / tempestades /señas de un amor
con que los mares pudieran descender a sus adentros
/besarse con los peces
/los marinos enterrados
/las sangres servidas de las guerras
/los infinitos calculados /desde las playas
por amantes y miopes
/mi barco soñó profundamente
soñó con el fondo de tu corazón
como si fuera el mar que lo tragara
con el fondo de tus ojos
como si fueran de mar.
/pero uno no siempre puede lo que su barco sueña
recorro los bordes de los charcos /con un sueño
buscando tu rostro /con el sueño de mi barco
haciendo horizontes en medio de las aguas
lluvias enteras que rozan mi ciudad
uno no siempre está donde su barco quiere...
uno se muere /donde su barco deja de soñar...
3 poemas de “tu cuerpo echa una sombra que cura la mirada” (2005)
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esquina con florista (paisaje)

los que van de compras
/los que van a trabajar
/los que van de amor...
los que vuelven de comprar
con bolsas llenas
los que vuelven de trabajar /con el pecho dolorido
...nadie vuelve del amor/
hay una ciudad perdida en tus ojos
para que nadie vuelva del amor/
hay un amor en la ciudad /que todos encontraron...
y nadie sabe qué decir de tus dos manos
/de tu olor de olor...
la florista nos mira con un ramo en la voz
/ofrece rosas del amor conocido
/lilas de tu palabra
con música de bach/
los que van de compras... pasan
/los que van a trabajar... pasan
/los que van de amor... pasan/
ante el primer descuido
/aquel que se detiene
compra flores
para el amor de su casa
/flores con silencio
/semillitas de olvido
por si un día le faltaras...
muchos aprendimos
/que comprar flores
es un ejercicio doméstico
/que el gran amor
es una muchacha con tu pelo
/verdadera y de todos
y lo que espera en el hogar
/es una soledad tan espantosa...
la radio... y un florero
con el agua sin cambiar/


s/t

estos días
son oscuras pisadas de dios/
el otoño /vela sus armas en mi cuerpo/
cómo haría un dulce prisionero de tus ojos
para cruzar el frío sin matar a dios/
cómo hago
para secar la soledad
con tu pañuelo/
hay que matar a dios
/dicen los pájaros de tu silencio /atados a mis pies/
así cruzaremos la ciudad...
tu nombre y tu corazón
viven del otro lado...
cómo hace /un fiero guerrillero de la luz
para matar a dios
sin conocer tus pechos/
cómo hago para esconder los restos del verano
a esta hora /en que el país
es un misterio de tu cuerpo
y yo no soy
un héroe o un patriota
sino
un beso en el aire
/en el agua /en el vidrio
o un corazón mutilado
con olvido
y sin bufanda/

pistas

el cenicero
/un espejismo
con tus últimos labios
/con tu ardor /rojizo
dejado en las colillas
/barco apretado por un tibio mar de humo/
la casa
/un hueco en el invierno
/donde no buscás corazón o abrigo
para seguir viviendo.
lo hacés muy bien /sin mí
y lejos de este cuadro
...y eso que siempre
se vuelve al lugar del crimen/
aquí
mataste cosas
que yo no conocía
/criaturas que advertí
cuando comenzaron a heder...
/ejemplo
/la felicidad
/días después
huele
a camisón usadoo a sábanas de un mes/
de “el sol sobre las cosas perdidas” (2003)

lunes, mayo 14, 2007

Amira Juri - Tucumán - Argentina


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POEMAS
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Poema 1

Anochece
los intervalos blandos
de la sensibilidad
condensan esa totalidad, el mundo
y tus manos acariciándome.


Poema 2


Quiero instaurar
un viento de lluvia
que lleve mis papeles
a la otra orilla
Almacén de antiguos olores, la noche
entrecortada
desparrama insectos en mis manos.


Poema 3
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Un árbol verde
un tajo en el desierto
un acantilado de palabras
te abrazo
pero no te siento.


Poema 4
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Emigrando
descubrí margaritas y monstruos
cabalgando silenciosos
en un café
un par de ojos espera
espera un hilito de agua
en su garganta.


Poema 5
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Líbano, tierra de mi abuelo Asad
de sangre
el blanco de tus cedros
de llanto infinito
tus niños.
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Poema 6
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Líbano, te desangras
en la distancia
me dueles tanto
que las palabras
se escapan.

Daniel Posse - Tucumán - Argentina



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CUENTOS




PREMEDITACIÓN


No lo soporto más –afirmó frente al espejo del baño–. Esta noche lo haré –continuó mientras trataba de disimular el moretón en la mejilla con un poco de maquillaje y unos anteojos negros.
Lidia sabía que era una decisión difícil. Harta de esa situación de violencia, vivía cada agresión como una sentencia de muerte que se prolongaba de manera incierta. Nunca sabía cuándo llegaría el final.
Su rostro había pasado de la sonrisa gentil a una imagen tenebrosa en los últimos años. Sí bien primero pareció estar indiferente ante esa situación y después simuló resignación, la verdad es que desde la primera vez que ocurrió, con toda la rabia e impotencia contenida, había empezado a pensar cómo lo haría. Nunca sintió que fuera una cuestión de venganza, sino un acto de justicia.
Con cada golpe, la ira dejaba un saldo de mayor perfección en la planificación de cómo lo haría.
Por momentos entraba en una suerte de contradicciones que la sumergían en un estado de silencio e inmovilidad, con cargas de insomnio y desgano. Con el tiempo dilucidó que era efecto de las promesas de amor eterno que ambos se habían hecho. No era que no seguía amándolo, era justamente por eso que debía decir basta.
De lo que no tenía dudas era de que el acto sería premeditado, pero eso sí, sin alevosía.
Envió a los niños a la casa de sus padres, empezó a preparar la cena como siempre. Picaba la cebolla y trozaba la carne, ahí no pudo evitar reír y sentir algo de placer al imaginar qué respondería ante las preguntas de la justicia. Resolvió que en su declaración diría firmemente que creía que se trataba de un ladrón.
Terminó de cocinar, se lavó las manos. Recordó haber aceitado el arma, haberla cargado dejándola lista.

Estaba templado, la noche era una de esas en las cuales era ideal matar o morir. Arregló su cabello, se puso un vestido nuevo, rojo, que dejaba sus hombros al desnudo y la comisura de sus pechos al aire. Abrió el freezer e introdujo el champagne. Se perfumó y esperó con las luces apagadas sentada debajo de las escaleras. El reloj apuntó las 8 y 45, la puerta se abrió, solo por un instante sintió pena pero al mismo tiempo imaginó cuál sería la expresión de él al sentir las balas entrando en su cuerpo. No le dio tiempo a encender ninguna luz, los chispazos de los disparos irrumpieron y solo se logró escuchar el golpe del cuerpo dando contra el piso. Cortó la oscuridad encendiendo las luces del recibidor y descubrió que había matado a uno de sus hijos.

Silvia Weisz Cuellar - Tucumán - Argentina






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POEMAS

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MI COSTADO

Murmullos,
canciones
voces de luz
soles de estrépito
vienen de una orilla
mi costado.


Silencios
suma de hojas secas
vigilia de párpados,
desiertos de ensueños
se acercan
por otro.

Todo gira
en busca
del centro
de la fuente
que rumora
con sabor a trino.

Cómo decir
lo viejo
con boca
que palpita,
lo que existe
o sus ausencias
con sílabas e briznas
y río que fluye.

Y siempre la historia
se repite
sueños que devoran
a sus sueños
y el rosal
no florece
en el poema
sólo un vago rumor
rosa encendida.

Inabarcable
inaccesible
la palabra
pierde
el último pájaro.


de Castillo de palabras (1993)


LATIDO INCESANTE


Abrazo
las márgenes dormidas
del silencio

enhebro
brisas
de pájaros
que incendian
el día

las alas
del viento
quiebran
congojas
de un mar
que intermitente
repite
el latido
de la vida

y regreso
espuma
ceniza
hendidura
donde el sol
se derrama
y eleva
una plegaria

de Poemas a cinco voces (1996)

POEMA

Con el dolor amansado
conviviéndome
recorro
un infinito laberinto,..
estaciones conocidas
paradas desoladas
arribos
a un mismo punto
siempre,
donde todo parece
detenerse
estancarse.

Hasta que
El romance de los pájaros
que dicen sus amores,
el lejan o silbido de un tren
la pirueta de un duende
o el guiño de un ángel
pone en marcha
la rueda de la vida...

...y otra vez
los cantos de sirena,
los cristales inasibles
de la luz
y el soplo del aire
respirándome por dentro
me indican
que el telón
puede levantarse
nuevamente...y
que debo preparar
la nueva escena
de una trama
¿Terminal / interminable?)

de Las Semillas y el Viento (1992)

LA NOCHE

Aterida
por la soledad
la noche
cae,
ojo vigilante
en los jardines
donde la ausencia
derrama
vientos
de luz

La noche
agita
el corazón
de la vida
y se tiñe
con los colores
de cerrojo
y de muralla

La noche
escribe,
me dice
que hoy
todo es límite
más acá
alas
que se repliegan
en sus sombras


de Poemas y microrrelatos (2002)

POEMA XVI

Y fue en abril
cuando un relámpago cayó
y una música de alas
se desprendió
del paraíso

En un segundo
el universo
interrumpió
los sueños del viento
y en su marcha
la brisa aquietó
las aspas
de la luz del día

Un grito
partió
en dos
la esfera de la noche
y un silencio colosal
hizo brotar
un largo río de sangre
de implumes abrazos

La mirada azul de la tarde
humedece
las mejillas de un ángel
que perdió
para siempre
tu dulce compañía
de A cielo abierto (1998)

XIII

La voz
tu voz, padre
se ahueca y debilita
manto abrigado
huérfano de sol
que da y reclama vida

La voz
tu voz, padre
se despide
y me despide
filtro
que sostiene
la quejumbre rumorosa

La voz
tu voz, padre
zigzagueante de pasos
es candil encendido
sendero infinito
de palpitantes sueños
inconfundibles latidos

La voz
tu voz, padre
más hermosa
que el sonido del viento
sigue escribiendo mensajes
en el alma del mundo

Soy parte
de tus sueños

de Ventanas de sol, en nombre del padre (2003)