viernes, enero 11, 2008

Cecilia Párraga - Tucumán - Argentina





A mi padre

1)
Di, judío
Humo envuelve
Y no me reconozco
No entiendo la no mirada
Es que no te ofreces para mí
La arenilla me torna otra
Ya no soy más esclava ni torturada
Dime judío, ¿cómo encuentro el camino?
Dime judío, ¿cuáles son tus horas?
¿Qué habla de ti el espejo?
Te quiero por tus guerras
Te quiero por la sangre derramada
Por tu dolor y tristeza
Y el de tu gente
Porque asomas al mundo…
Sabes de una cultura milenaria, rica
Porque lees lo que yo…
Pregunto por el absurdo,
No respondes
¿Por qué escondes el mirar?
Escondes a la luna y a ese planeta,
Entre ojos de hielo,
Brillantes, locos, pacíficos?
Dime judío lindo, de porte
¿Quién te sana en esas noches?
¿Qué ocurre en tu cabeza?
¿Y el devenir?
¿Cuál es la otra cara?
Quiero verme en ella




2)
Hombre…
Hombre que te quiero ver
Hombre lejano, expectante
Hombre mayúsculo, niño
Hombre de círculos pequeños
Hombre que hace muecas
Hombre parco, inmejorable
Hombre atragantado
Desde que el final comenzó
Hombre inseguro, vas
Por qué no lloramos juntos
Nuestras fechorías
Nuestro dolor intenso
La quemazón
Por qué no bailamos
Acaramelados
Ya no soy más seca
Insaciable como las demás
Por qué no partimos
Hacia aquella ciudad
Y nos amamos
Suavemente, con serenidad
Qué más da
Dos solitarios
Aguardando tiempos mejores
Por qué no jugamos a que soy tu dueña
Y tu mi esclavo
Yo, la mujer de tus sueños
Tu un feroz gigante
Y somos tres o cuatro
Somos todos amándonos
Tu mirada es huidiza…
Y mueres por dentro
Contemplamos los mismos colores
Nuestra mirada
Puesta sobre la misma acuarela
Sobre iguales cicatrices
Nuestro atardecer es pleno
Y tus ojos celestes
Oh! Que desmayo
Me quiebro
Por qué no damos el primer paso
Y tu rostro no hace su sonrisa
Y me la obsequia
La neurosis…
Posiblemente
Qué de la mía…
Se impone dejar que todo suceda
Pero poniendo de nuestra fe
Por favor no seamos calvario
Y tristezas
Dejemos atrás a la sociedad
Que nos come la piel
Se entrevera con nuestra estampa
Y nos hace añicos
Seamos uno o mil
Y… Haz tu música, obséquiamela




3)
La tarde
Que no me lleve la tarde mi amor
Las hojas movedizas y clarea mi garganta
Es la siesta, arboleda hace de mí aguijones
Caerá la tarde en que vaya a tu regazo
Segura mis lanzas estocadas, surco preparado
Aromas, licor de la carne
Entregada aún así vigílame harta sentida
Arañada, ¿honesta?
…Son velas compradas en el mercat un día europeo
En que el tren pasó ni huella dejara
Son pajarillos y su j ojo de bien
El cardón y la lucha del sin techo,
O amigos
De los que murieron en la Plaza dos mil uno,
Santillán y compañero
Son recorridos que hace la mente
O errores graves y tu deseo de la carne
Cama vacía a sabiendas de que,
Y fuese de ti azulejos tanta fiebre
Son dolores…
He pegado ojo, solo que mi hombro, mi mano
No me parase entre mi pierna derecha
La diabla quiere mover cual hoja y capullo
Que le manda el viento nubes, hicieran estragos
En sitios como estos
Fíjate que de siete no enrollo cartulina o…
Miro gorda a través del crista y reflejos las rejas:
¿acaso impedirán que me mire como nunca antes?
¿rejas tesoneras solicitando me mimase
tal y como no quiero?
¿rejas de hierro o madera, nunca, algodones, fragilidad?
Masa de torta de quien cumple, ¿o qué?
Vuelve turbia o queridísima lluvia estival
Seguimos siendo dos a la mesa
Un comensal invisible, mi pánico
Yo, diosa abroquelada inciensos aún bruta débil…
Soy débil
Lo soy a la mañana en que debo ser, no hay remedio,
A la hora en que compartiremos y me avergüenzo
-es timidez enferma o desgano,
Pasé varios años junto a ti soñada-
Lo soy cuando me veo en esa acera caliente
Calle Balcarce en Buenos Aires, ciudad pelada
Lo soy antes de conocer,
Saber siquiera un primer nombre,
O si eres quien relata la voz
Que huyó otra vez de mí
Me dejase tiesa voluminosa, si, voluminosa,
Apretujada, ah! la pulsión…
Me aguardara miel desde siempre la bondad;
Lo soy antes de cruzarme de boulevard
Una sensación rayana en lo irracional me consume,
Creo no conseguir salir del paso
Y canto,
Me veo país tras país representando
A mi pueblo
Jugando repaso mentalmente las calles de esa ciudad
Añoro
Buenos Aires re-conoce secretos, mi altanería,
Agrio momento vivido,
Mi descender hasta el pozo más profundo
En que la vida me ha dejado de resbaladera
Alguien está en deuda conmigo amiga
Decía, soy débil
En tardes en que creo no he de verte jamás
Y no es cierto, (mandas tu)
Lo soy si me debato triste histérica
Bajando los brazos, sumergida subsuelo
Esos tabloides o edificios en altura
-vi a uno derribarse caramba-
… Entre fobias que harán de amigo en las vísperas
Reías, y yo desesperando.
Mi debilidad dejo a cuenta.


4)
Niños
En primer lugar, niños
En segundo lugar, niños
En tercer término otra vez esos ángeles descalzos
Botados del sistema, enfermos, apestados
¿A quienes se atiende de veras?
¿Dan furia, terror? ¡Pues no alegran tu día mujer!
Bastante tienes con los tuyos, rubiecitos, gemelos,
Cisnes de tu útero bien hecho, gloria de tu lugar inferior,
Que a uno le diste a nacer entre aguas dulzonas y ¡plaf!
¿Placenta previa? ¡Salió limpito, luces, tu Xavier!
-Agradeces a la vida porque naciese
De vientre común, genéticamente de píldoras doradas,
Las otras las tragó el dragón diabólico,
O la trompeta con la que arde juega tu ornella-
En cuarto lugar, niños despojados aún de lo material
Algunos eran gente como vos o yo
Un pasar de almuerzos y cena techo monedas
Bienaventurados…
Hoy se sale a la calle a gritar!
-Y somos todos una causa lo increíble-
Por un pan de 365 gamas de colores
Cuatro escenas de consuelo
Veinticinco galletas de esperanza
Dos margaritas que se adorasen
Una enagua y que viejita acompañase a tu trote
Líquidos que atenuasen altas temperaturas,
Sales
-el costo de vidas antaño-
Vas a la calle en busca de ti en ellos
Vas a la calle sabida de la dolencia del otro
Que das en hacer tuya
Sales y no es precisamente a cacerolear
Como en tierra del centro federal
Llevas de mano puñal de rosas encantadas
Filosas, ya miras de internacional
Cuánto hambre global!
No puedes cerrar tu boca, el flagelo
Y el poderoso a quien no aflige la desesperanza,
Que tozudez mecanicidad e incomodidad son suyas
Es arlequín bah…
En quinto lugar, enfermos, niños
En sexto lugar las madres, los ancianos
Resta hicieses de ti misma el sueño
Un espacio