viernes, enero 11, 2008

Lucila Lastero - Salta - Argentina



CUENTO


Variantes de la normalidad



Mi mundo es confuso, cambia de estación, y no soy maestro del pensamiento
Federico Fellini
Quizá fue producto del estrés, no sé. Sólo sé que los sucesos extraños comenzaron con lo del espejo: descubrí que el reflejo que me devolvía esa maldita lámina de metal no era el mío, era el de otra persona. Si yo guiñaba el ojo izquierdo, la imagen me respondía guiñando el derecho y, si yo movía la mano derecha, el otro movía la izquierda. De aquel lado, había alguien, ¡alguien que me llevaba la contra! Luego llegó la época en que comencé a tener sueños anormales -más que sueños, pesadillas-, soñaba tener todo lo que deseaba y cuando estaba a punto de ser completamente feliz, me despertaba y la dicha se acababa. Era terriblemente angustiante. Pero voy a contarle lo más horrible: la inmiscusión de un fantasma en mi casa. El señor Oculto, como le llamé, era un algo que rondaba mi espacio, a cualquier hora del día, una energía, un delirio místico, no sé. Estaba siempre, en todo momento, pero sólo se presentía, no se dejaba ver.
Su misión era recordarme la soledad. Cada vez que estaba, me hacía saber que el dueño de casa era él. Yo estaba de más. Sin embargo, cuando él no estaba, me sumía en un estado de soledad tan inmenso, tan inmenso, que entonces deseaba que estuviera para poder percibir la presencia de alguien. Usted comprenderá, lo más terrible de la inmiscusión del señor Oculto no era que él estuviera sino que estuviera sin estar, ¿me entiende?. Con lo mucho que yo hubiera querido conversar con alguien.
Hasta que Carmen advirtió mi estado y recomendó que nos mudáramos. Ahora estamos en la nueva casa. Ella me sonríe, como siempre, desde la repisa. Mis sueños ya no me perturban, la imagen en el espejo volvió a ser mía y, lo mejor, ya no siento la presencia del señor Oculto deambulando entre las habitaciones de mi casa. Ahora viene una vez por semana y se sienta a charlar conmigo.

4 Comments:

At 8:43 a. m., Blogger Leonardo said...

UN CUENTO HERMOSO IGUAL QUE LA PERSONA QUE LO ESCRIBIÓ, UNA GRAN PERSONA, ÍDOLA PERSONAL Y EXELENTE PROFESIONAL.

NO PUEDO SER OBJETIVO, YA SÉ, HACIENDO UN COMENTARIO DE MI HERMANA, PERO ES UN EJEMPLO DE LUCHA Y DE CONTINUA SUPERACIÓN. UNA PERSONA QUE NUNCA SE AGOTA Y QUE TODO LO PUEDE, EMPLEANDO EN SU ACCIONAR LOS PRICIPIOS HUMANOS QUE HACEN MÁS LINDAS TODAVÍA A LAS PERSONAS.

PROFE LUCILA, GRACIAS POR SER MI HERMANA!!

LEO LASTERO

 
At 6:33 a. m., Blogger Horacio said...

Muy biueno el cuento.
Horacio

 
At 3:33 a. m., Anonymous Anónimo said...

A veces el mayor silencio es el grito que uno lleva guardado, el silencio triste se mezcla con el viento helado de una noche de invierno, el silencio guarda muchas cosas que por temor no quieren ser reveladas, es tan duro no poder gritar y decirte te quiero, es tan duro verte y no poder explicarte lo que llevo dentro, es tan difícil seguir tu mirada en medio del silencio, saber que llega la hora de verte me pone contento, aunque no sepas que hay alguien que quiere decirte lo que guarda en silencio desde hace tiempo, sentir tu presencia cuando pasas a mi lado, ver tu piel blanca y delicada por un momento, me basta para llegar a casa y verte en mis sueños, sos lo más lindo que da vueltas por mi cabeza, y tengo miedo a decirte lo que siento por timidez, por miedo a perder tu mirada tan escondida, por eso te pienso en silencio y te disfruto en secreto.

 
At 3:35 a. m., Anonymous Anónimo said...

A veces el mayor silencio es el grito que uno lleva guardado, el silencio triste se mezcla con el viento helado de una noche de invierno, el silencio guarda muchas cosas que por temor no quieren ser reveladas, es tan duro no poder gritar y decirte te quiero, es tan duro verte y no poder explicarte lo que llevo dentro, es tan difícil seguir tu mirada en medio del silencio, saber que llega la hora de verte me pone contento, aunque no sepas que hay alguien que quiere decirte lo que guarda en silencio desde hace tiempo, sentir tu presencia cuando pasas a mi lado, ver tu piel blanca y delicada por un momento, me basta para llegar a casa y verte en mis sueños, sos lo más lindo que da vueltas por mi cabeza, y tengo miedo a decirte lo que siento por timidez, por miedo a perder tu mirada tan escondida, por eso te pienso en silencio y te disfruto en secreto.

 

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